La humanidad tuvo que
esperar hasta al 20 de Julio de 1969, pese a que algunas teorías conspirativas
lo nieguen, para ver la llegada del hombre a la Luna. Sin embargo, antes
de que la tecnología del Apolo 11 fuera posible, ese trayecto ya lo había hecho
el hombre anteriormente en la literatura y en el cine.
El primer viaje
cinematográfico a la Luna
es también la primera película de ciencia-ficción de la
historia. Georges Méliès rodó Le Voyage
dans la Lune (Viaje
a la Luna )
(1902) basándose en "De la
Tierra a la
Luna " de Verne y"Los primeros hombres en la Luna (1901)" de H.G.
Wells. Es una película ingenua, en blanco y negro, muda, de
aspecto teatral, donde se utilizaron por primera vez trucos de cámara y efectos
especiales.
En esta
película, seis valientes astrónomos, después de haber diseñado una cápsula
espacial, son lanzados al espacio por un cañón gigante. La cápsula es expulsada
hacia la bonita cara de la Luna ,
dañándole el ojo derecho. Si, literalmente.
Luego del aterrizaje, los viajeros se meten en problemas con los habitantes de la luna (los "selenitas"), y el resto es historia del cine.
Respecto a las películas de Georges Méliès, hoy podemos ver en cartelera una magnifica película de Martin Scorsese, llamada HUGO, donde el fanatismo por los films del pionero del cine son representados en un mágico film.
Quizás esto nos demuestre el poder de los fans, los cuales son muy bien radiografiados en el ensayo del licenciado Hector Gómez Vargas titulado: "FANS, JÓVENES Y AUDIENCIAS EN TIEMPOS DE
La aparición y
popularización de nuevas tecnologías han propiciado una relación hasta ahora
inédita entre los consumidores y los productores de los medios de comunicación,
siendo este contexto el que le sirve a Jenkins para elaborar su libro "Textual Poachers", cuyos textos
ofrecen un panorama de esta situación, de las consecuencias culturales y
sociales de este fenómeno, y el impacto que esto tiene sobre los
"obsesivos consumidores" (fans).
Tomando una postura
en contra de la imagen estereotipada de los aficionados como nerds obsesivos
que están fuera de contacto con la realidad, y posicionándose como un fan más,
el autor demuestra que los fans son pro-activos constructores de una cultura
alternativa con elementos "saqueados" y vueltos a trabajar desde los
medios de comunicación populares. Así mismo, el proceso de asimilación confluye
en un proceso de identificación,
posibilitando la formación de una identidad tanto
individual como colectiva. En palabras del mismo Jenkins: "Desde la
perspectiva del gusto dominante, los fans parecen ser unos lectores
preocupantemente incontrolados, indisciplinados, impenitentes y sin escrúpulos.
Rechazando la distancia estética que P. Bourdieu sugiere que es
la piedra angular de la estética burguesa, los fans abrazan con entusiasmo sus
textos preferidos e intentan integrar las representaciones de los medios de
comunicación en su propia experiencia social. No impresionados por la autoridad
institucional (cuántos deberían aprender de ello) y los conocimientos
concretos, afirman su derecho a hacer sus propias interpretaciones, a ofrecer
valoraciones y a elaborar cánones culturales."
Henry Jenkins
"Los fans no
pueden ser rechazados como intelectualmente inferiores; suelen ser personas
sumamente cultas, que se expresan muy bien, y que proceden de la clase media,
personas que “deberían hacer algo mejor” que gastar su tiempo creando
interpretaciones elaboradas de programas de televisión". H. Jenkins