martes, 14 de febrero de 2012

Cuando el cine se adelanta a la tecnología: Internet










En 1969 se conectaron por primera vez dos computadoras a través de la línea telefónica, creando la red ARPANET. En los setenta se adoptó el término “internet” para designar una red que utiliza el protocolo TCP/IP. En 1989 se describió la World Wide Web, creándose un año después el primer servidor, el primer navegador y las primeras páginas web. En diciembre de 2008 se alcanza la cifra de 1.000 millones de personas conectadas a Internet.
 Quizá sea internet el adelanto que menos se ha visto venir en las obras de ciencia-ficción, y uno de los que más amplias consecuencias está teniendo en nuestras vidas.
 Un lógico llamado Joe (Murray Leinster, 1946) es la primera narración donde aparece una red de comunicación global como internet. Los mecanismos de funcionamiento en Un lógico llamado Joe difieren bastante de internet -utiliza relés para acceder a la información solicitada ubicada en almacenes (los equivalentes a nuestros servidores)- pero resulta asombrosa la similitud con nuestra red actual:
 “… Yo conseguí a Joe, poco después de que Laurine casi me pes­cara. Ya saben lo que es un lógico. Ustedes tendrán uno en su casa. Tiene el aire de lo que era un receptor de visión, sólo que posee teclas en lugar de conmutadores y usted aprieta la tecla de lo que quiere ver. Está metido en la caja que tiene el circuito Carson todo arreglado con relés. Un ejemplo: aprie­ta la tecla de «Estación SNAFU» en su lógico. Los relés del almacén lo cogen y cualquier programa visión que esté emitiendo SNAFU aparece en la pantalla de su lógico. O aprieta el «Teléfono de Sally Hancock», y la pantalla parpadea y chis­porrotea y ya está usted conectado con el lógico de la casa de ella, y si alguien contesta, tiene una conexión fonovisual. Pero además de esto, si aprieta la tecla del pronóstico del tiempo, o quién ganó la carrera de hoy en Hialeah, o quién era la señora de la Casa Blanca durante la administración Garfield, o qué es lo que está vendiendo hoy PDQ y R, también se presenta en la pantalla. Los relés del almacén lo hacen. El almacén es un edificio grandísimo, lleno de todo lo que se ha hecho en la creación y todos los programas de televisión que se 
hicieron, y está conectado con todos los otros almacenes del país, y todo lo que quiere saber, oír o ver, aprieta la tecla y lo tiene. Muy práctico. También hace cálculos matemáticos por usted, y guarda libros, y le sirve para consultar con el farmacéutico, el doctor o el astrónomo y ver telenovela, con una sección de «Corazones solitarios» incluida. La única cosa que no hará es decir exactamente lo que su mujer quiso dar a entender cuando dijo: «¡Oh! Eso crees, ¿no?», en ese tono suyo tan raro. Los lógicos no trabajan bien con las mujeres. Sólo en cosas que tienen sentido…”








Hay muy pocas referencias premonitorias en el cine a lo que hoy conocemos como Internet. Sin embargo,  
En Colossus: El proyecto prohibido (Joseph Sargent, 1970) un superordenador que controla todo el sistema de defensa de Estados Unidos y sus aliados entra en comunicación con otro superordenador soviético de las mismas características -en Juegos de Guerra (John Badham, 1983) es un adolescente quien entra en contacto con un superordenador similar-.



                                         


                       Juegos de Guerra                                                               Edicto Siglo XXI: Prohibido tener hijos  





En Edicto Siglo XXI: Prohibido tener hijos  - Z.P.G fue su titulo original- (Michael Campus, 1972), sale algo ligeramente parecido a internet. En esta película, en la que se muestra un futuro superpoblado y de escasez de alimentos, se puede elegir en un menú de una pantalla de información la descarga de un archivo audiovisual de un tema concreto. El problema es que si se elige alguna proyección que está prohibida o es sospechosa, se es víctima de un interrogatorio y tortura en el mismo asiento de visualización para saber por qué se ha elegido esa búsqueda. Esperemos que la película no sea demasiado profética, por la cuenta que nos trae.

Hoy Internet es un herramienta de múltiples posibilidades, ademas de un espacio de construcción de la identidad y no cabe dudas que la introducción de las tecnologias en la vida cotidiana a generado cambios en relación a la cultura y a las formas de comunicacion entre las personas sobre todo en las relaciones interpersonales de los jovenes. Actualmente no se puede eludir las tecnologías digitales, ni las repercusiones que estos tienen en los procesos de formación de los jovenes ya que los acompañan desde que llegan al mundo, son "nativos digitales" (Alejandro Piscitelli . 2005). Nuevas nociones de tiempo y espacio, nuevas configuraciones en los contactos interpersonales y nuevas estrategias de conexión con lo global son algunos de los rasgos que aparecen cuando se mira a los jóvenes.
Paralelamente los efectos que producen las redes sociales, como por ejemplo FACEBOOK, en cuanto a las relaciones interpersonales podriamos citar a Luis Alberto Quevedo quien hace un recorrido por los distiontos momentos historicos que marcaron la "portatibilidad" de los dispositivos tecnologicos y cómo estas posibilidades trajeron aparejados cambios importantes a nivel social y cultural. "La portatibilidad, unida al fenomeno de la convergencia digital, da como resultado significativos cambios sociales y territoriales, novedosos procesos de personalizacion y constituye otra alteracion en la percepcion del tiempo y el espacio tal como sucedio con cada avance tecnológico".
Las redes sociales han producido un cambio transversal en las relaciones interpersonales, modificando drasticamente los procesos de identificación y socializacion. 

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